Cartagena de Indias, o simplemente Cartagena, es, sin duda, el principal destino turístico en el Caribe colombiano. Fundada en 1533, la ciudad comenzó a ser fortificada a finales del siglo XVI y hoy su centro histórico está rodeado por 4km de murallas. Esta es una de las ciudades coloniales mejor conservadas del continente y uno de los destinos más románticos en el país, gracias a su mezcla de historia, cultura, sol, playa y una excelente escena gastronómica.
La infraestructura turística está muy desarrollada aquí, con opciones de alojamiento que van desde los albergues más básicos a hoteles de lujo y restaurantes para todos los gustos y presupuestos. Cartagena es actualmente uno de los principales destinos de luna de miel en toda la región del Caribe y se ha convertido en los últimos años en un destino popular para los cruceros, recibiendo más de 300.000 visitantes al año a través de su puerto.
Es fácil dejarse encantar por Cartagena. Un paseo por las calles adoquinadas del centro histórico le permite caminar entre casas con siglos de existencia, por lo general tan bien conservadas que parecen haber sido construidas recientemente. Sus balcones floridos, muros coloridos, parques y plazas inspiran historias y nos llevan a otras épocas.
Entre las atracciones específicas de la ciudad, hay que destacar la Torre del Reloj, en la entrada principal del centro histórico, el Palacio de la Inquisición, donde se juzgaban y torturaban a los sospechosos de delitos contra la religión, y la Iglesia de San Pedro Claver, construida por los jesuitas en el siglo XVII. El barrio de Getsemaní, concretamente en los alrededores de la Plaza de la Santísima Trinidad, constituye la parte más antigua de la ciudad.
A unos 500 metros de la ciudad amurallada está el Castillo de San Felipe, una fortaleza construida por los españoles en 1657 para proteger a la ciudad. Más lejos, el Convento de la Popa fue fundado en 1607 por la Orden de San Agustín, y se encuentra en una colina a 150 metros sobre el nivel del mar, en el punto más alto de la ciudad, lo que proporciona hermosas vistas panorámicas.
No sólo de la historia, sin embargo, vive Cartagena! Dejando el centro histórico hacia el sur encontramos una larga franja de hoteles y edificios residenciales contemporáneos que dan al mar, conocida como Bocagrande. Es en esta península que los cartagineses afluentes pasan la mayor parte de su tiempo entre bares, cafeterías y restaurantes que marcan tendencia.
Para encontrar las mejores playas de la zona, sin embargo, uno debe seguir un poco más al sur. Playa Blanca, en la Isla de Barú, es una muy buena opción cercana. Para llegar allí hay que tomar un taxi desde Cartagena o un autobús a Pasacaballos seguido por un taxi para el tramo final. Muchas agencias de viajes locales ofrecen el servicio. Además, varias compañías ofrecen transporte en barco desde el Muelle de la Bodeguita, en el centro histórico de Cartagena. Por lo general, las empresas ofrecen transporte a las Islas del Rosario y a Barú en el mismo viaje. A menos que la visita a un acuario sea parte importante de sus planes, la recomendación es que vaya sólo a Playa Blanca, en Barú. El lugar es hermoso y buenísimo para nadar, bucear o simplemente relajarse en la arena, pero cuidado: como turista, principalmente si es extranjero, vendedores de ostras y masajistas ávidos por ganar el día a su costa le abordarán todo el rato. A menudo ofrecen una muestra "gratis" que terminará costando muchas veces el valor del producto o servicio. Si está interesado, no acepte la muestra y negocie directamente el precio, si no niéguela educadamente, pero con energía ... y prepare su stock de paciencia. Aparte de eso, el lugar es realmente fantástico.
Cartagena se encuentra a 230km de Santa Marta y a 1.070km de Bogotá. Su aeropuerto tiene enlaces directos a varias ciudades colombianas, como Bogotá y Medellín, y a destinos en el resto del continente. Cartagena también es un punto estratégico para aquellos que quieren conducir entre América del Sur y América Central. Como todavía no existe una carretera que conecta a Colombia con Panamá, la forma más práctica de lograr el cruce es tomando un ferry y transportando el vehículo desde Cartagena a la ciudad de Colón, ya en territorio panameño.
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