La ciudad de Oaxaca de Juárez, o simplemente Oaxaca, es la capital del estado de mismo nombre y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es popular por la belleza de su centro histórico, por los importantes yacimientos arqueológicos en su vecindario y por su deliciosa gastronomía y riqueza cultural. La altitud de más de 1.500 metros sobre el nivel del mar contribuye para un clima agradable la mayor parte del año y su ubicación, a 465km de la Ciudad de México, permite que sea fácilmente accesible por carretera o en un vuelo de aproximadamente una hora desde la capital del país.
El Zócalo es la plaza central de la ciudad y existe tal como fue diseñado originalmente en 1529, siendo el centro neurálgico de Oaxaca, además de estar rodeado de edificios de hermosa arquitectura colonial. Allí se encuentra la catedral, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción en 1733, el Palacio de Gobierno, construido en el siglo XIX y que ofrece exposiciones científicas muy interesantes, y varios restaurantes donde se puede disfrutar de algunas de las bebidas típicas de la región, tales como chocolate y mezcal, acompañadas por la música mexicana, generalmente interpretada por mariachis.
En general, la región al norte del Zócalo es más atractiva turísticamente que la zona al sur: las casas están mejor conservados y las calles del norte son generalmente más limpias y menos congestionadas. Además, la gran mayoría de los museos, iglesias y otros lugares de interés se encuentran en un radio de unas pocas cuadras al norte de la plaza central de la ciudad.
Lo más destacado entre las atracciones de Oaxaca es el complejo formado por el Templo de Santo Domingo de Guzmán y el anexo ex-convento de Santo Domingo. Inaugurado a principios del siglo XVII, el complejo arquitectónico de la orden de los dominicos es un gran espectáculo del barroco mexicano. El interior del templo presenta una decoración suntuosa, que incluye el uso de miles de hojas de oro para recubrir detalles escultóricos de las paredes y el techo. El antiguo convento alberga actualmente el Museo de las Culturas de Oaxaca, el museo más importante en el estado de Oaxaca: en 14 habitaciones, se cuenta la historia de la región desde el inicio de la presencia humana en la región hace 10 milenios. Este museo alberga los tesoros de la tumba 7 de Monte Albán, que consta de piezas de oro, plata, jade, turquesa y obsidiana.
A pocas cuadras al norte del complejo de Santo Domingo están los arcos de Xochimilco. Estos arcos fueron parte del antiguo acueducto, construido durante la primera mitad del siglo XVIII y actualmente forman un hermoso paisaje a lo largo de unos 300 metros de las calles Manuel García Vigil (un hermoso paseo desde el Zócalo) y Rufino Tamayo.
La parte del centro histórico al sur del Zócalo es principalmente comercial y, en general, de menor interés. Una excepción importante, sin embargo, se debe hacer a los dos mercados ubicados a hasta dos cuadras de la plaza central. El más grande y más tradicional entre ellos es el mercado Benito Juárez , que ocupa toda una manzana y está bien organizado con secciones dedicadas al comercio de artesanías, artículos de cuero y de metal y alimentos tradicionales, como los quesos de Oaxaca, mezcal, chocolates y delicias como los chapulines (grillos secos) y gusanitos de maguey (los gusanos que tradicionalmente se añaden a las botellas de mezcal). El mercado vecino, 20 de Noviembre, es el mejor lugar para conocer la cocina típica de Oaxaca a precios muy asequibles. Los diferentes puestos del mercado ofrecen platos como tasajos, tlayudas, empanadas, chiles rellenos, tamales y los siete moles de la región.
A tan solo 9km del centro de la ciudad se encuentra Monte Albán, uno de los principales sitios arqueológicos de las Américas. La antigua capital de los zapotecas fue fundada alrededor del año 500ac en una colina a unos 400 metros por encima del valle principal de la región, a una altitud de 1.940m. Entre los años 100ac y 200dc, Monte Albán había crecido hasta el punto de haberse convertido en una de las principales ciudades de Mesoamérica, con una población estimada en unos 18.000 habitantes. El conjunto principal de ruinas abiertas a visitación consiste en una gran plaza rectangular rodeada de templos, palacios, juego de pelota y tumbas. Entre sus edificios destaca el de los "Danzantes", dónde se encuentran estelas de figuras humanas en posiciones inusuales. La tumba considerada la más importante es la número 7, debido a la gran cantidad de ofrendas encontradas en ella y que están en exhibición en el Museo de las Culturas de Oaxaca. El sitio está muy bien mantenido y tiene un museo donde se muestra una colección limitada de esculturas, además de proporcionar un servicio de guías locales para acompañar a los visitantes.
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