El Parque Nacional Torres del Paine es uno de los destinos turísticos más importantes de todo Chile y es, además, considerado por muchos como uno de los más bellos parques nacionales en el mundo. El parque se puede visitar en excursiones de día completo desde la ciudad de Puerto Natales o, en mayor profundidad, a través de senderos que permiten conocer los rincones más escondidos de este paraíso. En este artículo presentaré mi experiencia viajando por el circuito W, el más popular de los dos circuitos principales - el otro es el Circuito Grande, que toma en promedio unos 9 días.
Es de destacar que es perfectamente posible completar la W en 4 días, y algunas personas lo hacen incluso en 3 días. Decidí, sin embargo, tomar un "día libre" para conocer mejor y explorar la región alrededor del Refugio Las Torres, lo que acabó por extender mi permanencia en el parque a 5 días, pero esto no es necesario en el caso de tener un calendario más apretado. Además, la W se puede iniciar al este del parque partiendo por las Torres, como lo hice, o en la dirección opuesta, empezando por el Glaciar Grey.
Situada a cerca de 2,5 horas de la ciudad de Puerto Natales, la portería Laguna Amarga puede ser alcanzada a través de una línea de autobús convencional desde el terminal de la ciudad – con una frecuencia de dos viajes diarios. En este lugar se debe rellenar un formulario de inscripción para ingresar al parque y pagar una cuota. Desde ahí son 7km de caminata a lo largo de un sendero de dificultad baja (como alternativa se puede tomar un traslado) hacia el Hotel Las Torres. A partir de entonces se inicia el circuito en sí. La primera etapa consiste en 9km hacia la plataforma de observación ubicada en la base de las torres, dividido en tres segmentos. El camino empieza con una subida de 5km hasta el Refugio El Chileno, que lo lleva desde los 100m hasta los 450m de altitud. En este lugar se puede dejar el exceso de equipaje (mochila y otras cosas dispensables durante las próximas horas) y continuar por otros 3km al campamento Torres, en una caminata de nivel moderado-fácil a lo largo del río Ascencio. Finalmente, el último kilómetro se caracteriza por una subida hasta los 900 metros de altura que conduce al mirador de las torres. Esta es la parte más dura del primer día, pero la recompensa a la llegada es muy gratificante: a su frente estará el Lago Torre y detrás de él, las 3 Torres del Paine. Después de una pausa para descansar y contemplar la belleza del lugar llega el momento de volver al Refugio.
En mi caso particular, me había programado para estar el segundo día en el Refugio Torre Central y su entorno sin avanzar en el circuito, lo que terminó siendo un gran golpe de suerte, ya que las fuertes lluvias que cayeron durante el día habrían complicado la caminata. Terminé pasando el tiempo intercambiando experiencias con otros viajeros y continué hacia el Refugio Los Cuernos al día siguiente, para lo que sería la caminata más ligera del circuito. El camino de 12km entre el Refugio Torre Central / Hotel Las Torres y el Refugio Los Cuernos es un paseo sin ascensos o descensos pronunciados contornando el Macizo Almirante Nieto y el lago Nordernskjöld, además de permitir bellas vistas del lago Sarmiento. Se puede completar el recorrido en aproximadamente 4 a 5 horas.
Cuando desperté para continuar los senderos, al cuarto día, bastante temprano en la mañana, no tenía idea de lo que me esperaba. El tramo inicial de este segmento está marcado por una caminata moderadamente ligera de 5km hasta el campamento Italiano, seguida por una subida de otros 5km hasta el mirador británico. Este tramo, entre los campamentos Italiano y Británico y hasta el mirador Británico se conoce como Valle del Francés. El mirador del Francés, a 680m de altitud, justo antes de llegar al campamento Británico, presenta la oportunidad de observar en un mismo panorama de 360 grados los lagos Nordenskjöld, Pehoé y Toro hacia adelante, el Monte Paine Grande (3.050m) por un lado, los Montes Hoja (2.200m), Espada (2.250m) y Fortaleza (2.681m) por el otro y el Monte Aleta de Tiburón (1.717m) hacia atrás.
Continuando hacia adelante y ya pasado el campamento Británico, no me había dado cuenta de que ya había pasado por el mirador que señaliza el punto de retorno del circuito W. De esta manera, seguí hacia adelante y más allá, hasta darme cuenta de que me había perdido. Afortunadamente me encontré con una pareja de españoles que trataban de llegar a la base de las torres por la ruta occidental y me fui con ellos hasta el Valle de Agostini, a aproximadamente 1.400m de altitud. Con eso terminé retrasándome mucho, pero gracias a los largos días de diciembre proporcionados por las latitudes del sur de la Patagonia, pude en fin llegar a mi destino previsto, el Refugio Paine Grande junto a los últimos momentos del crepúsculo, aproximadamente 14 horas después de iniciar la jornada. Este desvío involuntario de mi camino, visitando el Valle de Agostini, me permitió conocer una parte del parque poco visitada por los turistas y que ofrece un paisaje de extraordinaria belleza (especialmente con la suerte que tuve de que estar allí en un día de cielo despejado). Este es, sin embargo, un tramo no considerado en los circuitos oficiales del parque y que no está marcado, además de presentar un grado de dificultad considerablemente mayor que el resto de la W. Reconozco que si no hubiera encontrado esta pareja de españoles (y el GPS de ellos), esta historia podría no haber sido tan hermosa.
Después de las dificultades sufridas en el día anterior, el quinto y último día del circuito W fue bastante tranquilo. Una caminata moderada de unos 10km (3 a 4 horas) en cada dirección, conecta el Refugio Paine Grande con el mirador del Glaciar Grey. Recuerdo haber luchado contra un viento terriblemente fuerte que, en ciertos momentos, llegaba a impedirme avanzar. Aun así, el paisaje hermoso y salvaje recompensó todo el esfuerzo y coronó mis últimas horas en el parque con recuerdos duraderos. Habría sido posible tomar un barco para llegar aún más cerca del glaciar, pero yo estaba contento: para mí, en ese momento, nada podía ser mejor que contemplar la grandeza del Gray desde mi punto de vista, sentado cerca de una hora en mi piedra favorita.
Volviendo al Refugio Paine Grande era el momento de decir adiós al mejor trekking de mi vida. Sí hubiera podido caminar cinco horas para tomar el bus de regreso a Puerto Natales, pero no me pareció necesario. En cambio, tomé un transbordador para cruzar el lago Pehoé y así volver a la ciudad. En total fueron alrededor de 90km recorridos (incluyendo mis adiciones al sendero oficial) en cinco días de intenso contacto con la naturaleza, en un escenario que rara vez se encuentra al alcance del viajero.
Mi opción de viaje, que me permitió viajar más ligero y sin mayores preocupaciones, fue alojarme en los refugios existentes en el camino, operados por una de las dos compañías autorizadas para ello por el gobierno chileno: Fantástico Sur y Vértice Patagonia. Estos refugios funcionan como hostales y tienen una capacidad muy limitada y, sobre todo en temporada alta, requieren reservarse con una anticipación de por lo menos dos meses, por lo general más. Una alternativa común es acampar en el camino en lugares autorizados para hacerlo. En este caso, recuerde que debe cumplir estrictamente con los protocolos de seguridad indicados por la guardia forestal con el fin de evitar accidentes, especialmente incendios.
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