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St. Croix - Islas Vírgenes de los Estados Unidos
St. Croix es la más grande de las Islas Vírgenes, un grupo de islas situadas en el sector norte de las Antillas Menores en el este del Caribe, entre Puerto Rico y San Martín. Las islas más orientales forman las Islas Vírgenes Británicas mientras que las occidentales son las Islas Vírgenes Americanas, un territorio administrado por los Estados Unidos. Tres islas principales forman las Islas Vírgenes de los Estados Unidos: St. John, un paraíso natural; St. Thomas, uno de los puertos más activos en el Caribe, donde se encuentra la capital Charlotte Amalie; y St. Croix, la isla más meridional y la mayor de ellas, con una superficie de 214km² y cerca de 51 mil habitantes.
A través de los siglos, se izaron siete banderas nacionales soberanas en St. Croix, ya que el control de la isla era a menudo negociado entre las grandes potencias. España, Holanda, la Orden de Malta, el Reino Unido, Francia, Dinamarca y los Estados Unidos ya controlaron estas tierras. No es de extrañar, por tanto, que la historia sea uno de los grandes atractivos de la isla: más de doscientos lugares de importancia histórica están catalogados a lo largo de la isla.
Entre sus atractivos, se encuentra el Estate Whim Plantation Museum que, en sus 50 mil m² de edificios restaurados del siglo XVIII, incluyendo las viviendas de los esclavos, la casa grande, el molino y las fábricas, sirve como un testimonio de la obra de los esclavos africanos y de los sueños de los europeos que buscaban la riqueza del azúcar en el Caribe. A poca distancia de ahí se encuentra la destilería Cruzan, que desde hace más de 300 años produce el más famoso ron de la región, además de ofrecer excursiones por el parque industrial y permitir la degustación de sus galardonados destilados. Ambas atracciones están situadas a lo largo (o muy cerca) de la carretera principal de la isla, que conecta las ciudades de Frederiksted y Christiansted.
Ambas ciudades son lo suficientemente pequeñas para ser recorridas a pie. Aunque Frederiksted no sea particularmente hermosa, es donde se encuentra Fort Frederik, sitio de acontecimientos históricos importantes y que ahora alberga un pequeño museo. Christiansted, por el contrario, es más amigable para el visitante, con muchas tiendas y restaurantes, un club de yates muy concurrido y Fort Christiansvaern, lo cual permite imaginar lo que debe haber sido la vida de los primeros pobladores de la isla.
A pesar de ser una isla relativamente compacta, St. Croix es mejor recorrida con un coche ya que el sistema de transporte público es bastante limitado. Dicho esto, hay que tener en cuenta que aquí se maneja a la izquierda (mano inglesa) y que los extranjeros tienen que comprar un permiso de conducir en la isla (por alrededor de $25). La calidad de las carreteras varía de buena a horrible, y el tramo de la autopista 63 en el North Side requería de mucha atención por parte del conductor en mi última visita (noviembre de 2015). Aun así, un coche propio (bueno, alquilado) es la forma más viable para llegar a algunos de los lugares más interesantes de la isla, como Cane Bay (norte), Point Udall (este) y Sandy Point (suroeste).
Cane Bay es una playa familiar popular y también uno de los mejores sitios de buceo en la isla – a menos de 100 metros de la orilla, una pared (The Wall) va desde los 15 a los 1.000m de profundidad. Otro lugar muy bueno para nadar y practicar el snorkel, es Buck Island, una pequeña isla, accesible desde Christiansted, que permite observar una amplia variedad de esponjas, corales, peces y crustáceos. El acceso a Point Udall, el extremo más oriental de los EE.UU., pasa a través de un hermoso paisaje de colinas. Sandy Point, a su vez, es la playa más grande de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos y el hogar de una reserva natural, dedicada principalmente a promover la reproducción de tortugas. Por lo general, está abierta al público sólo los fines de semana.
El aeropuerto de St. Croix recibe vuelos desde la parte continental de los Estados Unidos, de Puerto Rico y de St. Thomas, así como de algunas otras islas vecinas, en menor escala. También se puede llegar a la isla embarcando un ferry desde St. Thomas (90 minutos). Por último, el puerto de Frederiksted recibe algunos cruceros, por lo que se puede pasar un día en la isla como parte de un circuito en el Caribe.