Situado en el extremo norte de América del Sur y bañado por el Mar Caribe y el Océano Pacífico, el territorio colombiano está lleno de contrastes, incluyendo playas tropicales, picos andinos nevados y la densa selva tropical amazónica. Esta es la tierra del café y de las esmeraldas y el hogar de numerosas especies de animales y plantas. Una vez en Colombia, es fácil perder la noción del tiempo, sea en búsqueda de la misteriosa ciudad perdida de la civilización Tairona, cerca de Santa Marta, estando inmerso en el encanto colonial de ciudades como Salento y Villa de Leyva, o aún más fácilmente, relajándose a la sombra frente al mar en San Andrés.
La principal puerta de entrada al país es su capital, Bogotá, que tiene el aeropuerto más activo del país y conexiones a destinos en América y también Europa. Esta metrópoli de más de 8 millones de habitantes es también una excelente introducción a Colombia, que ofrece excelentes museos, como el Museo del Oro, y excelentes restaurantes en la Zona Rosa. Bogotá es también una buena base para explorar las cercanas Zipaquirá, con su impresionante Catedral de Sal, y Villa de Leyva, una de las ciudades coloniales más visitadas del país.
Dejando atrás la capital, un corto vuelo o cerca de 4 horas por carretera son suficientes para llegar a una de las zonas más emblemáticas del país. Los departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas forman conjuntamente el eje cafetero colombiano. Aquí se pueden visitar haciendas tradicionales, algunas convertidas en hoteles o complejos turísticos, donde se puede estar en contacto con los cafetales, así como aprender y participar en el proceso de producción del café. El más entusiasta puede aún visitar el Parque Nacional del Café, en Montenegro, en el Quindío. La zona presenta aún hermosas ciudades coloniales como Salento, e increíbles paisajes naturales, como las que se encuentran en el Valle de Cocora, donde abunda la palma de cera, árbol nacional de Colombia.
La costa del Caribe es el principal destino turístico de Colombia y gran parte de esta actividad turística se centra en la ciudad de Cartagena. Una de las ciudades coloniales mejor conservadas del continente, y también donde se encuentran algunos de los más modernos edificios residenciales del país, Cartagena está a poca distancia de excelentes playas, como las de las Islas del Rosario y de Barú. Un sendero de cuatro a seis días en busca de la ciudad perdida en el corazón de la Sierra Nevada, cerca de Santa Marta, es una muy buena opción para aquellos que buscan vacaciones activas, mientras que aquellos en búsqueda de relajación total encontrarán su oasis en las costas de las islas de San Andrés y Providencia.
De regreso al interior del país, podrá comprobar cómo Medellín fue capaz de superar su pasado violento y convertirse actualmente en un destino en alza, gracias a su oferta cultural, gastronómica y de compras. Al igual que Bogotá y Cartagena, Medellín tiene varias conexiones internacionales, lo que hace que sea una buena alternativa para iniciar o finalizar un circuito alrededor del país.
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